martes, 12 de marzo de 2013

LA NEGACIÓN DE LA APOCALÍPTICA: LA LEYENDA DE PELLA.

                 Dada la enorme relevancia que tuvo la primera revuelta resulta extraño que apenas  se haga una mención directa de ella en los primeros escritos cristianos. Sin embargo, como tendremos ocasión de comprobar, hay en ellos más datos sobre estos acontecimientos que los que en ocasiones se ha dicho. Un factor a tener en cuenta podría perfectamente ser el decisivo alejamiento del pensamiento apocalíptico que se produjo como consecuencia de la guerra. La tradición cristiana posterior sostenía que los primeros seguidores de Jesús no habían participado en la guerra porque ya habían rechazado ese tipo de pensamiento apocalíptico judío.

                  Esta idea de que los seguidores de Jesús se opusieron a la guerra surgió, en parte, de las leyendas sobre la muerte de Santiago http://es.wikipedia.org/wiki/Santiago_el_Mayor, el hermano de Jesús. Josefo nos dice que fue ajusticiado durante los tumultuosos años que condujeron a la guerra. Según una leyenda posterior, tras la muerte de Santiago, la iglesia de Jerusalén abandonó la ciudad y se fue a Pella http://es.wikipedia.org/wiki/Pella_%28Grecia%29, una ciudad de la Decápolis http://es.wikipedia.org/wiki/Dec%C3%A1polis, que era una región llena de ciudades helenistas situada en Transjordania http://es.wikipedia.org/wiki/Transjordania. Eusebio de Cesarea http://es.wikipedia.org/wiki/Eusebio_de_Cesarea, a principios del siglo IV, nos ofrece el relato principal de estos sucesos:

                   También el pueblo de la Iglesia de Jerusalén, por seguir un oráculo remitido por revelación a los notables del lugar, recibió la orden de cambiar de ciudad antes de la guerra y habitar cierta ciudad de Perea que recibe el nombre de Pella. Emigrados a ella desde Jerusalén los que creían en Cristo, desde ese momento, como si los hombres santos hubieran abandonado por completo la misma metrópoli real de los judíos y toda la región de Judea, la justicia divina alcanzó a los judíos por las iniquidades que cometieron contra Cristo y sus apóstoles, y borró de entre los hombres aquella misma generación de impíos (Historia Eclesiástica III. 5.3) http://nuevotestamentojohnpmeier.blogspot.com.es/2013/03/historia-eclesiastica-libro-tercero.html.

                       De acuerdo con esta historia, los primeros cristianos de Jerusalén no se dejaron cautivar por las expectativas apocalípticas y los sentimientos revolucionarios de los otros judíos. En su lugar, recibieron una orden divina, mediante una revelación ("oráculo"), de que huyeran antes de que estallara la guerra. Una vez más, nos encontramos con ideas apocalípticas que se utilizan para reinterpretar las esperanzas apocalípticas anteriores. Esta leyenda sirve también para reafirmar la enorme superación que existía entre cristianos y judíos antes de la guerra. También suministra un modo alternativo de comprender la destrucción al sostener que fue un castigo divino contra los judíos (la "generación de impíos") por haber matado a Jesús, a Santiago y a otros más. Esta línea de interpretación llegaría a convertirse posteriormente en un elemento relevante para la polémica cristiana antijudía.

              Sin embargo, no hay ningún testimonio que confirme que la iglesia de Jerusalén huyera de la guerra. De hecho, como veremos más abajo, es probable que muchos seguidores del movimiento de Jesús la interpretaran inicialmente como el cumplimiento de las promesas escatológicas. El creciente distanciamiento entre cristianos y judíos comenzó solamente tras la primera revuelta y llegó a su clímax durante la segunda revuelta. Hallamos este dato en la obra de Justino Martir (siglo II) http://es.wikipedia.org/wiki/Justino_M%C3%A1rtir,
que nació en la región de Samaría casi a finales del Siglo I:

             Durante la guerra judía, que en seguida prosiguió con furia, Bar Kochba, el líder de la revuelta de los judíos, dio órdenes de que sólo se castigara cruelmente a los cristianos, a menos que negaran a Jesús [como el ] mesías y blasfemaran [siguiéndole a él como el verdadero mesías] (Apología I.31). http://nuevotestamentojohnpmeier.blogspot.com.es/2013/03/apologia-i-justino-martir.html


            Esta noticia contradice la de Eusebio, puesto que muestra que aún había cristianos en Jerusalén y sus entornos en tiempo de Bar Kochba (132-135 d.C). No obstante, podría suministrarnos la fuente de la leyenda posterior sobre Pella, que no procedería de la primera revuelta, sino de la segunda. En esta época los cristianos se estaban distanciando cada vez más del judaísmo, por lo que sería bastante probable que se opusieran a las reivindicaciones apocalípticas y mesiánicas de cualquier otro que no fuera Jesús.
             

No hay comentarios:

Publicar un comentario